jueves, 3 de diciembre de 2015
Volver a caer en tus brazos...
Me pregunto porque ha venido el destino a burlarse de mí, yo que me sentía tan fuerte, tan independiente, yo, lo suficiente mente valiente para alejarme de ti
Y hoy aquí frente a frente sin saber que decir…
Nos encontramos por causalidad, nuestra historia pasó casi un año atrás, te quise como a nadie, me enamore sin pensar, tenías el poder de hacerme suspirar, eras mi debilidad, no sé si fue tu boca, o tus manos, o tu piel, pero me hice adicta a ti, a tus sonrisas, a tus manos sobre mi piel.
Te quise como nunca imagine, pero un día sin razones ni explicaciones, me dijiste adiós.
Siempre fui una mujer consciente, y a pesar del gran amor que te tenía, supe que mi confianza en mí misma era lo que levantaría, te lloré algunos días y el doble de noches, pero una mañana decidí que era el momento de liberarme de ti.
Y así fue, seguí con mi vida, con mis planes, con mis locuras, logre volver a sonreír, sin ti aprendí que la vida sigue, que nada la frena, que el tiempo corre y no regresa, así que remendé mis heridas y sané mis dolores. Te perdone, pero para ser sincera, nunca te olvide.
Un año después, frente a frente, tu tan igual y yo tan diferente. La misma sonrisa que me derretía, tus ojos que me enloquecían, que sin poder evitarlo, aún me enloquecen…
Te miro, me miras, mi corazón palpita con fuerza, mi respiración se agita; y ahí en silencio en medio de mi descontrol, sé que debo permanecer fuerte, que debo dar la vuelta, que debo decirte adiós
Respiro, sonrió, doy la vuelta con el corazón hecho añicos, justo cuando tomo fuerzas y camino, siento tus brazos fuertes aferrándose a mi espalda, siento tu respiración en mi oído, me dices despacito… te extraño
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